Sobre el autor

¿Para qué hago "El viaje del Héroe: en busca de mi verdadero ser"?

Para compartir con los demás todo el bienestar que ha aportado y  aporta la terapia a mi vida, y  todo el amor que descubrí en mi propio viaje del héroe, el mejor regalo que me he hecho a mi mismo. Aprendí a mirarme con compasión y con pasión, a sanar mi manera de funcionar en la vida, a recolocarme y a abrazar a mi auténtico ser con ojos nuevos. 

Para los que quieren leer un poco más:

Hace algunos años, mucho antes de que mi mente lo entendiese, organizaba con mis amigos lo que llamaba “círculo de indios”. Eran reuniones nocturnas en la arena de la playa de Percheles, donde, sentados en círculo, cada uno traía versos, historias, cuentos, canciones… que compartía con el resto. Cuatro símbolos estaban presentes: un doblón pirata, que daba el poder de hablar y compartir al que lo tenía; vino de la tierra, de ese que ayuda a fluir, un hogaza de pan con aceite o bizcocho de chocolate y una luz en el centro que nos iluminaba a todos y nos invitaba a compartir lo que sentíamos al escuchar el cuento o la canción del compañero. En definitiva, un espacio seguro donde poder ser, sin sentirnos juzgados, y donde poder compartir y compartirnos.

Pasaron los años y aparentemente me olvidé de aquello. Me formé como terapeuta Gestalt a la vez que empezaba un proceso de terapia personal. Había casi acabado mi formación como terapeuta Gestalt y estaba buscando una herramienta que me valiese para seguir creciendo. Quería saber más. Entonces los cuentos me tocaron de forma tan suave, amorosa y respetuosa, que me dejé sentir, bajé el control y me permití fluir desde el instinto. No sospechaba, ni por asomo, el regalo de amor que está siendo la cuentoterapia.

Comenzó con un viaje interior en el espejo, la búsqueda del tesoro de mi joya interior, el encuentro con mi madre, con el bosque que hay dentro de mi, con mis gigantes, con mis ciénagas, con mi dragón y con mi sombra.  

He tenido ayuda de compañeros del camino, y en el camino, de viejecitos, no tan ancianos, con la oreja verde, de tipos típicos, seres mágicos, símbolos y arquetipos arquetípicos. He tenido guía, la luz, que me ha llevado de forma suave, dejándome ver lo que podía gestionar. Me he subido al caballo muerto de miedo, con hambre y ganas. He cortado lazos de forma “hedípica”, con hache de héroe. He jugado a perderme entre lo intrapsíquico y lo interpsiquíco, y me he perdido. Me he perdido para abrir los ojos y encontrarme  sentado, tranquilo, con una rebanada de pan y pimiento en la mano. La he mordido a boca llena y he sonreído porque sabía a confianza, a más totalmente yo.

Disfruté el camino y regresé a casa con el centro mental más claro, el emocional encendido y el instintivo activado. Decidí poner al servicio de los demás todo el amor y la luz recibida de la terapia Gestalt y de los cuentos a través de dos proyectos:  “El viaje del héroe: en busca de mi verdadero ser” y “Los círculos de cuentos”.